Por: Dra. C. Lucero Mendoza Maldonado
A partir del inicio de la pandemia, la técnica de reacción en cadena de la polimerasa o PCR por sus siglas en inglés (polymerase chain reaction), se convirtió en una de las pruebas de laboratorio más importantes y demandadas por los clientes debido a su gran utilidad para el diagnóstico de SARS-CoV-2. Sin embargo, es importante saber que esta prueba se inventó en 1983 por Kary Mullis, quien posteriormente ganó el premio nobel de química, y que desde hace muchos años se utiliza para diagnosticar una diversidad de enfermedades distintas ya que es una prueba rápida y precisa.
Pero, ¿cómo funciona? La PCR actúa como una copiadora de ADN, ya que replica un fragmento de interés para posteriormente evaluarlo. Imaginemos que estuvimos expuestos a algún virus o bacteria y tenemos dudas si estamos contagiados, entonces será necesario acudir al laboratorio donde se tomará la muestra más adecuada de acuerdo al tipo de patógeno (hisopado nasofaríngeo, sangre, orina, etc.), personal especializado en biología molecular realizará una extracción de ácidos nucleicos, esto quiere decir que obtendrá el material genético de la muestra, que puede ser tanto ADN como ARN. Posteriormente se realizará la prueba de PCR, la cual consiste en realizar una mezcla de ingredientes que ayudarán a obtener las copias del material genético, entre ellos; amortiguador de pH, cebadores, sonda, enzima, agua, ADN, entre otros. Todos estos ingredientes se colocarán en un tubo especial que posteriormente serán llevado a un equipo conocido como termociclador.
En el termociclador se generarán alrededor de 40 a 45 ciclos de temperaturas que ayudan a crear las copias del fragmento de interés. Dependiendo el tipo de PCR que se utilice, se puede obtener el resultado en tiempo real, esto quiere decir que el equipo arroja gráficas en cada ciclo para evaluar la presencia del material genético del virus o la bacteria que estamos buscando. Finalmente, al pasar los 45 ciclos, se debe revisar si hubo amplificación del material genético o bien, dicho en otras palabras, si el equipo logró sacar copias del microorganismo del cual sospechamos estamos contagiados. Y ustedes se pueden preguntar, pero ¿cómo lo detecta el equipo? Pues bien, entre los ingredientes que tiene la mezcla de PCR encontramos a los cebadores y la sonda, los cebadores nos ayudan a definir la especificidad de la prueba, ya sea que queramos detectar el virus de la influenza, VIH, hepatitis, o bien bacterias como la gonorrea o la clamidia que causan ETS. Por otra parte, la sonda cuenta con un fluorocromo que generará fluorescencia en cada ciclo y que el equipo podrá detectar a través de un sistema óptico, en términos más sencillos, la sonda generará un brillo o luz que será captado por el termociclador si es que se encuentra el microorganismo de interés.
Ahora bien, si la muestra resulta negativa, el equipo no podrá realizar copias del material genético del microorganismo y por lo tanto no detectará la fluorescencia, lo cual querrá decir que en nuestro cuerpo no se encuentra el virus o bacteria que se sospechaba.
En el laboratorio AL GENÓS contamos con una diversidad de pruebas de PCR para realizar la detección y cuantificación de múltiples enfermedades como: Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), Virus del papiloma humano (VPH), Hepatitis B y C, Gonorrea, Clamidia, Dengue, Herpes, Cáncer Colorrectal, Leucemia, entre otros. Si tienes alguna duda en particular, no dudes en enviarnos un mensaje o llamar a nuestras diferentes sucursales donde te brindaremos asesoría más amplia sobre el catálogo de pruebas con las que contamos.